martes, 19 de agosto de 2014

Consejos para una primera cita

Regreso de nuevo a mi espacio, largamente olvidado, analizando un artículo muy interesante que tuve el placer de leer el otro día en una de esas revistas "femeninas" que tantos buenos consejos nos dan siempre. Sí, sí, no miréis hacia otro lado ni pongáis cara de "yo no leo revistas de ese tipo, sólo ensayos y poesía de principios del siglo XX". Todas (y todos) hemos caído en algún momento de nuestra vida en las garras de tan amenas lecturas. Sobre todo en verano…

El artículo en cuestión se denomina “Anatomía de una cita” y versa, efectivamente, sobre las primeras citas. El titular no es un prodigio de originalidad, pero debemos admitir que cumple con su cometido y no es nada engañoso.

El primer consejo que nos ofrece la redactora tiene que ver con nuestro atuendo. Bajo el título “Un outfit para triunfar”, encontramos varios apuntes de interés:

- Ojo con estrenar zapatos, te pueden amargar la noche.

Sabio consejo, desde luego. No hay nada tan insoportable como un dolor de pies. Unas buenas chanclas de piscina o las zapatillas con las que sales a hacer deporte (esas que puedes usar sin ningún tipo de problema para ser vista si se te avería el coche por la noche) son igual de válidas.

- No arriesgues con nada muy sexy ni súper fashion para impresionarle.

- Apuesta por un look natural. Y por la noche, un vestido negro siempre triunfa. Tampoco se trata de parecer un arco iris.

- Cuidado con llevar muchos accesorios. Como collares, pendientes extralargos o anillos, la sencillez es una buena primera impresión.

Totalmente de acuerdo con estos tres puntos. Viste como una monja de clausura o como si asistieras al funeral de tu tía abuela, no sea que al muchacho se le quemen las córneas con el color de tu vestido. O haya desarrollado una extraña alergia a los tejidos estampados. O tenga un trauma infantil con M.A. y toda mujer con algún tipo de complemento encima le provoque alucinaciones. Y, ya puestas, ¿por qué no acudir con ropa cómoda? Sí, con esas prendas holgaditas que sueles comprarte añadiendo siempre la muletilla “total, si es para estar por casa”. Triunfar no sé si triunfarás, pero podrás ponerte como el tenazas y a sencilla no te ganará nadie.

También resulta muy importante qué comer esa noche. El artículo nos invita a descartar manjares como “espaguetis con tomate, hamburguesa con queso y cosas picantes”, y, sin embargo (dato a tener en cuenta) no menciona el alioli ni los derivados del ajo. Además, anima a abordar en la conversación “temas cotidianos que te permitan conocer a la otra persona”, como “a qué se dedica” y “qué le gusta hacer en su tiempo libre” (dos asuntos novedosos de los que ya nos informaba de forma clara, sencilla y con música José Luis Perales).

En otro apartado denominado “SOS dating 911” (aquí podemos observar dónde empleó la redactora el desgaste neuronal que se ahorró en el titular), enumera una serie de situaciones “catastróficas” que te pueden arruinar la noche. Por ejemplo:

- Te dice que le recuerdas mucho a su hermana. Contra eso no puedes hacer nada. Prepárate la excusa que le vas a dar y lárgate rápido.

Mujer, por lo menos te ha dicho que le recuerdas a su hermana y no a su abuela. No obstante, si te ha ofendido demasiado el comentario, mi consejo es que te termines la cena y luego te largues. Que las penas siempre son menores con el estómago lleno. Y con un buen postre.

- Te dice que echa mucho de menos a su ex. No hagas de psicóloga aficionada y vete a casa.

Ahí ya te puedes marchar sin ningún problema, pero, lo dicho, aprovecha y cena. Como si no hubieras comido en tres días. Y si puedes representar una escena consistente en darte cuenta en ese mismo momento de que te has dejado el monedero en casa, mucho mejor.

- Aparecen sus amigos. Lo más probable es que él les haya mandado un SOS pidiéndoles que aparezcan por sorpresa. Está claro que sobras.

Bueno, quién sabe. Lo mismo alguno de sus amigos es más interesante que él. Yo no me iría tan alegremente.

- Aparece vestido para el fútbol. Con bermudas, chanclas, camiseta con flores y gorra del Real Madrid. A no ser que tú hayas hecho lo mismo, no es tu opción.

No es tu opción y vestirse de semejante forma tampoco lo es para una persona que suele ir al fútbol. ¿Bermudas? ¿Chanclas? ¿Camiseta con flores? Aparece vestido para irse derechito a Benidorm después de la cena, no para ir al fútbol.

Por último, se nos indica cómo huir si comprobamos que la cita no da para más. Veamos:

- Él no es como creías y tú parece que tampoco eres su media naranja. Ahí va una excusa: “Lo siento pero mañana tengo que madrugar. Sí, ya sé que es sábado, pero es el día de la semana que aprovecho para salir a correr o desayunar con mis amigas”.

Bien. La excusa, en estos tiempos que corren, es hasta inverosímil. Utiliza algo más creíble: “Lo siento pero mañana tengo que madrugar. Sí, ya sé que es sábado, pero trabajo como dependienta/ teleoperadora/ camarera/ redactora/ diseñadora gráfica, etc, etc, y los sábados TAMBIÉN tengo que currar. A veces, hasta doblo, fíjate tú qué rareza, y me paso el día entero trabajando. Y, no te lo vas a creer, pero también trabajo los domingos. Y puedo estar hasta quince días seguidos sin librar…”.


miércoles, 7 de mayo de 2014

Baladas y exaltación del deporte, en la primera semifinal de Eurovisión

Vaaale. Prometí que no iba a volver a hablar de Eurovisión, pero mi mayor nivel de ocupación reciente y, por consiguiente, menor grado de aburrimiento, me impiden actualizar con más frecuencia las entradas. Y, claro, los meses pasan y cuando menos te lo esperas ya tienes encima lo inevitable, la semana de Eurovisión. El magno evento que inspiró este blog una tarde de desidia y desajustes hormonales. Permitidme que le tenga cariño. Que le dé cierta publicidad. Recibid, pues, como se merece, este interesante y nuevo post.

Ayer tuvo lugar la primera semifinal de Eurovisión. El certamen ofreció un escenario espectacular con forma de cubo, un espectáculo de luces como para derretir retinas, demasiadas baladas y una presentadora vestida de novia con una coliflor ornando uno de sus hombros. 

Dos de los presentadores del Festival de Eurovisión

Y en cuanto a las actuaciones de los países participantes, aquí tenéis un somero resumen:

- ARMENIA: Un señor inquietante con cara de cansado cantó bastante bien un tema que por lo visto es uno de los favoritos para ganar el certamen. Y, como no podía ser de otra forma, pasó a la final del sábado. 


- LETONIA: Unos muchachos muy coloristas y con cierto buen rollo fingido interpretaron una canción que desde los primeros acordes ya se veía que iba a quedar fuera de la final. El tema versaba sobre cómo cocinar un pastel. Una suerte de metáfora que nadie entendió y que les mandó a casa a las primeras de cambio.  


- ESTONIA: Una de las pocas canciones movidas de la noche. Y tanto. La mujer y su enérgico compañero no dejaron de realizar acrobacias durante toda la actuación. Con sólo mirarlos, ya te dolía el cuerpo. Ahora, ella no desafinó en ningún momento. Admirable. Lástima que tanto esfuerzo no les hiciera clasificarse para la final.   


- SUECIA: Muy novedosa la cantante sueca. Alta, rubia, guapa y con una balada correcta y bonita. Poco original, pero es otra de las favoritas para hacerse con el trofeo el sábado.


- ISLANDIA: Nadie daba un duro por estos imitadores de “Parchís” entrados en años que cantaron un tema contra la discriminación. Y, sin embargo, se colaron en la final del sábado. Entretenidos, diferentes y coloristas. Se agradeció su loable intento de animar al personal.


- ALBANIA: Le puso ganas la muchacha desde su pedestal, pero los espectadores, el jurado o quien quiera que decide quién pasa a la final optaron por mandarla a ella y a sus acompañantes de vuelta a Tirana. 


- RUSIA: Dos gemelas rusas y una performance difícil de olvidar encima de un balancín. Dos palos de cristal a modo de bastón, dos trenzas que se separan con un grácil movimiento, un señor que crea un sol con dos trozos de papel. Actuación cien por cien eurovisiva. Y las dos hermanas, directas a la final.


- AZERBAIYÁN: Otra balada bien cantada, bonita y con trapecista incorporada. Luchará el sábado por hacerse con el triunfo. 


- UCRANIA: Una muchacha ucraniana y un señor con complejo de hámster. El número fue realmente impactante. Si los de Estonia cansaban, a este pobre daban ganas de darle una bebida isotónica. Y un poco de lechuga. Por supuesto, pasaron a la final. 


- BÉLGICA: Un chico con cierto sobrepeso nos ofreció un tema soporífero dedicado a su madre. Cantaba bien, pero no convenció. Su eliminación fue una de las sorpresas de la noche. 


- MOLDAVIA: Recién escapada del casting de “Juego de tronos”, la cantante moldava interpretó su tema acompañada de cuatro tipos que se contorsionaban sin sentido y un micrófono con forma de cuerno. En un momento de la actuación se desprendió de su trenza con un gesto como de rabia. La misma que debieron sentir cuando Europa decidió que no pasaban a la final del sábado.

Moldavia. Primera semifinal Eurovisión 2014

- SAN MARINO: Premio a la constancia para la cantante de San Marino. Acudía por tercera vez al festival de Eurovisión con la intención de pasar por fin a la final. Y lo logró con una canción de aire rancio, mucho movimiento de brazo y ventilador a discreción. 


- PORTUGAL: Canción hortera, de esas que acabas bailando un sábado por la noche, en las fiestas de tu barrio o en la boda de tu primo, con o sin dos copas de más. Con tantas baladas y giros vocales, la muchacha quedó un pelín desfasada. No hubo suerte para los vecinos lusos.


- HOLANDA: Un tema country para el dúo holandés. Sencillos, sin estridencias, aunque él podía haberse ahorrado el sombrero. Pasaron a la final.


- MONTENEGRO: Nueva exaltación del deporte. Qué estrés. A estas alturas, en vez del Festival de Eurovisión parece que estábamos viendo los Juegos Olímpicos. El montenegrino cantó acompañado de una patinadora y pasó a la final contra todo pronóstico.


- HUNGRÍA: El muchacho cantó un tema movidito contra el maltrato infantil. El desconcierto es similar al que sufrías cuando te ponían en el bar de turno “Fíjate bien donde pisas”, de Juanes”, o “Abre tu mente”, de Merche. El húngaro comprometido, no obstante, se clasificó para la final del sábado. 


Hala, ya estáis bien informados. El jueves, la segunda semifinal. Eso sí, ésta no la retransmite La 2, porque España sólo votaba en la primera. Sé que es una noticia terrible, pero lograremos reponernos. 











miércoles, 26 de febrero de 2014

Mira quién se enerva en Eurovisión

Se las prometía muy felices Jordi Évole pensando que su falso documental sobre el 23-F iba a ser lo más comentado del pasado fin de semana. En absoluto. Él no contaba con el otro tema relevante, el que realmente ha levantado ampollas en las redes sociales, el que todavía sigue generando comentarios pasionales y peleas subidas de tono. ¿Y cuál es ese otro asunto?, os preguntaréis. Muy sencillo. La elección de Ruth Lorenzo como representante española en el Festival de Eurovisión. Hala, qué exagerada, pensaréis unos. Ya está la tipa otra vez con sus disquisiciones eurovisivas, diréis otros. Cómo siga por este camino no vuelvo a leerla, qué cansina, afirmaréis la mayoría. Lo siento, pido disculpas de antemano. Pero es que no he podido evitarlo. Los comentarios que se han vertido en algunos foros, pero, sobre todo, los que aparecen en la página web de RTVE merecen un análisis exhaustivo. Qué trascendencia, cuánta rabia contenida, qué preocupación ha generado que el voto de los telespectadores optara por la murciana en vez por Brequette (sí, muy bien, la sudafricana canaria que parecía Rihanna, veo que os leísteis el post anterior). Semejante torrente de emociones debía protagonizar una nueva entrada, a riesgo de parecer que poseo acciones en la organización del Festival.

Para poner en antecedentes a los no iniciados en el tema, que si seguís leyéndome algo os debe inquietar, el sábado tuvo lugar la gala Mira quién va a Eurovisión (todo un prodigio de originalidad en lo que a título se refiere), presentada por Anne Igartiburu y en la que cinco cantantes competían por representar a España en Eurovisión. Dos sobresalieron del resto, sobre todo por el número de apoyos del público, Brequette y Ruth Lorenzo. La primera partía como favorita y su canción era la preferida. Pero la muchacha se pasó toda su actuación buscando con ahínco algo que se le había caído al suelo y no transmitió demasiado. Bueno, a Mónica Naranjo sí, a ella le emocionó muchísimo la incansable búsqueda de Brequette. Por su parte, Ruth Lorenzo, vestida con un diseño muy al estilo “Modas Puri”, se mostró bastante más segura. Tanto, que, en un alarde de sentimiento desgarrador no contenido (o, lo que es lo mismo, un movimiento de cabeza como de loca) acabó arruinando su peinado. El jurado votó por la sudafricana, pero el público se decantó por Ruth, así que, en virtud de algún tipo de ley no escrita, prevaleció la elección de los espectadores. Y Ruth Lorenzo se convirtió en la ganadora.

Bien, a partir de ahí, Twitter se dividió en partidarios y detractores de esta decisión y la pasión se desbordó de tal forma que hasta el ente público tuvo que optar por no publicar los comentarios en su página web, atendiendo a “las normas de participación”. Afortunadamente, el domingo concluyó esta suerte de prohibición absurda y los múltiples indignados nos obsequiaron con reflexiones tan sabias como las siguientes: 

A sido de verguenza! ¿Porque cuando llame o quise mandar mensaje por Brequette no funcionaba el telefono???? Venga hombre,esto huele muy mal.     

Este primer ser humano ya apunta a un posible complot de las compañías telefónicas contra Brequette. Yo lo investigaría, por si acaso. Que lo mismo se tira de la manta y está implicada hasta la Zarzuela. 

- Que habeis hecho por dios!!!!!. Por favor que quiten las votaciones del publico que asi nos ha ido estos años desde el ya famoso chiquilicuatre o que valgan mas las de jurado que para eso son profesionales. Desde aqui animo a brequette a que represente si tiene la oportunidad a otro pais para el año que viene y que de a españa una guanta como se merece, por que con la cancion de cuna que llevamos se va a dormir hasta el apuntador baticino un bien puesto a ruth 21 y con una cancion de animo para los que la votaron y para ella...No necesitas un pretesto, ni ninguna excusa, solo con oirte ya estas en la lista de los 20 para arriba, dejandonos a todos si esto tenia que pasar, es algo con lo que podreis vivir apenar de haberlo intentando. tu, tu, tu y tus votaciones recogiendo a plazos los fracasos de los dos. y no olvidareee que en ti encontre una cancion para dormir, dormir, dormir x2.

Esta persona debe proceder de algún tipo de galaxia próxima a la nuestra, porque el idioma en el que se expresa es ininteligible. Con lo único que me quedo es con su insistencia en la profesionalidad del jurado que, no olvidemos, estaba formado por David Bustamante, Merche y Mónica Naranjo.

- ATENCION IMPORTANTE!!! Os paso este enlace, es una recogida de firmas para que Ruth dimita y vaya Brequette a eurovision. Leedla es interesante lo que dice. Yo ya ha votado, es muy facil de hacerlo. Faltan 2800 firmas, ya lleva 2900. Este es el enlace http://www.change.org/es/peticiones/ruth-lorenzo-no-nos-representa-firmad-para-que-se-cambie-la-elección-de-ruth-lorenzo-por-la-de-brequette?recruiter=51857559

Menos mal. Se ha abierto una petición en change.org para que vaya Brequette en vez de Ruth Lorenzo. Si queréis participar, ya sabéis. Yo creo que la importancia del asunto lo merece.

- Mi opinión: de la misma manera que a los que Bertold Brecht denominaba analfabetos políticos, no deberían votar en las urnas para no perjudicar a la mayoría, los que no tienen cultura musical deberían abstenerse de fastidiar con sus televotos apoyando una canción simplona y vulgar por mucha pose que tenga la chica. Vaya papelón que volveremos a hacer este año con esta cosa que llevamos. Ruth Lorenzo tampoco me representa!

Sin duda alguna nos hallamos en presencia del usuario culto. Por dos motivos: la mención a Bertold Brecht (allá donde esté se debe sentir orgullosísimo de haber sido citado en una discusión eurovisiva, menudo honor) y la frase “los que no tienen cultura musical deberían abstenerse de fastidiar con sus televotos”. Esta afirmación sólo la realiza un valiente. Claro que sí. ¿Quién en su sano juicio considera sólo el Festival de Eurovisión como un simple entretenimiento algo petardo, pero divertido? Hombre, no. Es CULTURA, con mayúsculas. Me quito el sombrero ante el ilustrado del foro.

- Como te va representar, lo primero que tenemos que hacer es aprender a escribir. Bafofia, hechen, a contestación, eurovisón, esto si es para rei... mejor para llorar. Viva Murcia.

Esta es la respuesta que le da una persona al extraterrestre. Si juntamos ambos comentarios, duelen hasta las córneas. Probadlo.

- Otra solución para es que no se vuelva a repetir este desproposito es quitarles a los niños los móviles hasta que no evoluciones musicalmente, porque la que han liado este año con eso de apoyar a la diva de turno...

Los niños evolucionan musicalmente, como los Pokémon. Y es muy importante que lo hagan, porque así evitaríamos que con esas armas mortíferas denominadas móviles puedan enviar a Eurovisión una canción simple y carente de letra como la de Ruth Lorenzo en vez de la de Brequette, mucho más elaborada, llena de matices y nada oída.  

- Esperemos que en el video clip coja una pulmonía bajo la lluvia y con un poco de suerte se quede en casa para el Festival.

Con estos buenos deseos, me despido. Ah, y en el próximo post no hablaré de Eurovisión. Prometido.







jueves, 6 de febrero de 2014

Comienza el enésimo asalto a Eurovisión

Estoy que no quepo en mí de gozo. Ya se conocen los cinco cantantes que aspiran a representar a España en el Festival de Eurovisión de este año. TVE nos obsequiará en breve con una gala para decidir al candidato y todos esperamos (vamos, he puesto “todos” por si existe por ahí alguien con la misma necesidad vital que yo) que la vuelva a presentar Anne Igartiburu (en 2013 fue sustituida por Carolina Ferre). Todos (de nuevo utilizo el plural, sigo confiando en que alguien apoye mis paranoias eurovisivas) tenemos aún clavados en la retina esos momentos casi materno-filiales que la vasca vivió con John Cobra y creemos que Anne, la muchacha que se mete en nuestras casas todas las Nocheviejas aterida de frío, debe encargarse de tan ínclito honor por siempre jamás. 

Los cinco candidatos a representar a España en Eurovisión 2014 son:

- Brequette: Es sudafricana, pero vive en Canarias desde hace quince años. Se dio a conocer en la primera edición de La Voz. De hecho, protagonizó momentos inolvidables y tuvo que poner buena cara ante comentarios de Rosario tan reveladores como “cantas con tu piel, con tu pelo, con tus ojos” (¿?) o cuando la pequeña de las Flores la llamó algo parecido a “brackets”. 



La canción no está mal, es pegadiza, sí que podría gustar en Europa, y está escrita por los autores del “Quédate conmigo”, de Pastora Soler. Y ella tiene muy buena voz, pero esa mezcolanza extraña de inglés y “español Roxette” y, sobre todo, que la chica se asemeja demasiado a Rihanna deberían restar puntos.

 - Jorge González: El bagaje de este chico demuestra que tiene más paciencia que un santo. A tesón no le gana nadie. Participó en la quinta edición de “Operación Triunfo”, donde quedó octavo. En 2009, ya intentó representar a España en Eurovisión (no hay que perderse la presentación del tema que se marcó TVE: esas vecinas animando, la loa a Villarejo de Salvanés…).
Siguió intentando hacerse un hueco en el mundo de la música, esta vez formando parte del grupo “Los Supersingles”, compuesto por “triunfitos” en decadencia que amenizan con su arte el programa Qué tiempo tan feliz, muy del gusto de las abuelas (experiencia propia). En 2012, participó en la segunda edición de La Voz y tampoco aquí pudo ganar. Este año, protagonizando un nuevo capítulo de su particular búsqueda del éxito, lucha por acudir a Copenhague con una canción de ritmos latinos (¡¡ATENCIÓN NOVEDAD!!) que resume perfectamente su vida: “Aunque se acabe el mundo yo te buscaré, lo seguiré intentando, no me rendiré”.

- La Dama. La cantante sevillana se presenta a la selección eurovisiva con una canción compuesta por su pareja, Melendi. La página de RTVE afirma que se trata de una balada de estilo americano y ella ha destacado que el tema nos va a “poner los pelos de punta”. Yo no entiendo mucho de música, para que nos vamos a engañar, pero aún estoy tratando de encontrarle sentido a esta primera descripción. Menos mal que la noticia me ha ayudado a salir del bucle, informando casi al final de que nos encontramos ante un tema pop electrónico (¡¡MÁS NOVEDADES!!). No me disgusta del todo, pero emocionante, emocionante tampoco es. Y mis pelos continúan en estado de reposo. 

Raúl: El cuarto candidato es casi de la familia, sobre todo, para todos aquellos que han bailado desatados su “Sueño su boca”, la canción con la que estuvo a punto de ir a Eurovisión allá por el año 2000 (entre los que, por suerte o por desgracia, me incluyo). Mención especial merece el vídeo con Lorena Bernal (sí, el de “Prohibida”, otro de sus temas míticos), en el que la pobre muchacha se pasa tres cuartos de hora sonriendo debajo de la piscina sólo por no tener que bailar con el cantante. Cuando él, solícito, alarga su mano y ella emerge de las aguas cual Venus de Botticelli veraneando en Benidorm, entendemos por qué la ex Miss España prefería emular al cangrejo Sebastián: un pimiento y un trozo de patata en una ensalada campera tienen más química que ambos.


Nuestro amigo Raúl quiere llevar al festival europeo una balada con la que, según sus propias palabras, “veremos un cambio radical” en él. Yo, sinceramente, le prefiero animando bodas y salidas nocturnas con sus “greatest hits” antes que con este tema cansino rollo Mikel Herzog. Pero sobre gustos…

- Ruth Lorenzo: La cantante murciana ha sido desde un primer momento la favorita del público para acudir a Dinamarca, sobre todo por su proyección internacional (en el Reino Unido es muy conocida tras su participación en el programa X Factor y por lo visto ha compartido escenario con Mariah Carey o Beyoncé). Sin embargo, la canción que defiende, “Dancing in the rain”, ha decepcionado bastante a los “eurofans”, las autoridades más doctas en la materia. Ella insiste en que hay que esperar al directo para poder verla en su máximo esplendor, así que eso haremos. El tema me parece un tanto anodino, pero me gusta su voz. Además, casualidades de la vida, esta semana he coincidido con ella en el Ginos de Callao. Bien es cierto que nadie mostró demasiada inquietud ante su presencia, pero, oye, tiempo al tiempo.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Aquí está la Navidaaaad

Sí, es cierto. Toda parodia es insuficiente. El anuncio de la Lotería de Navidad de este año es un horror, pero hay que reconocer que como campaña publicitaria está siendo todo un éxito. Tras el shock inicial, a todo el mundo le ha dado por ponerse nostálgico y acordarse del “calvo de la lotería”, cuando el pobre hombre finalizó su contrato en 2006. ¿Acaso alguien recuerda el anuncio de la Lotería de Navidad de 2007? ¿Y de 2009? ¿Y el spot del año pasado? Pocos, verdad. Pues creedme si os digo que esas caras acartonadas, esos ojos que parecen salirse de sus cuencas, esas sobredosis de bótox, esa plaza de Pedraza (qué pena, con lo bonita qué es) convertida en la exaltación suprema del amor, la amistad y la ñoñería navideñas, ese Raphael colocando una bombilla… no vamos a olvidarlos nunca, nunca jamás. Las generaciones posteriores nos preguntarán por el anuncio de la Lotería de Navidad de 2013 y todos sabremos responder perfectamente cuál era. Así que un aplauso muy fuerte para los creativos que han perpetrado semejante despropósito. Les ha salido la jugada redonda.

Con la llegada de diciembre, es inevitable no hablar de estas fechas tan señaladas, así que yo, que últimamente no ando dotada de demasiada originalidad, no voy a ser una excepción. Mi entrada de hoy se centrará en lo que he decidido denominar “Verdades universales de la Navidad”, que, a mi modesto entender, son las siguientes:

- La Lotería de Navidad hace más por tu salud que comer verdura y dejar de fumar.
Esta afirmación es real como la vida misma. Llevas desde noviembre recopilando décimos y participaciones para el sorteo de Navidad procedentes de muy diversos lugares. Del trabajo, de la asociación de vecinos de tu barrio, de la asociación de vecinos del barrio de tus padres, de la asociación de vecinos del barrio de tus suegros, de la Manolita, del AMPA del colegio de tus hijos, del AMPA del colegio de tus sobrinos, del AMPA del colegio de tu barrio al que van los hijos de uno de los miembros de la asociación de vecinos, que como es muy perspicaz y tiene unas dotes comerciales sobresalientes, te ha colado dos papeletas en lugar de una… Realizas esta labor con alegría y esperanza, con el firme convencimiento de que esta vez serás tú la que salga en televisión con un gorrito de Papá Noel, mostrando a cámara el décimo premiado mientras descorchas una botella de cava. Llega por fin el ansiado día y te pasas toda la mañana escuchando la letanía de los niños de San Ildefonso. “¡El Gordo, ha salido el Gordo!”, chillas cuando uno de los chavales se traba y cambia, por fin, el tono de voz. Vas corriendo a comprobar tus números y…descubres que no tienes ni la terminación. “Bueno, todavía quedan premios”, piensas. “¡El segundo, ha salido el segundo!”, “¡El cuarto, ahora el cuarto!”, “¡¡¡El tercero, a ver si tengo suerte con el tercero!!!, y así sucesivamente hasta que finaliza el sorteo. Entonces enciendes impasible la televisión y fijas tu atención en esa muchacha que pega saltos mientras enseña sonriente su número al reportero de turno. “Por lo menos, yo voy a tener salud”, afirmas sin poder esconder cierto resquemor. Porque sí, es un hecho. Si no te toca la Lotería navideña tu cuerpo se recubre de un aura luminiscente muy al estilo “anuncio de Actimel” que te inmuniza de cualquier tipo de enfermedad para todo el año. Así que sonríes y te dispones a cometer todo tipo de excesos observando de reojo a la de los saltos, que, ajena a la desgracia que se cernirá sobre ella (pobre), continúa pegando voces con el décimo en la mano.  

- En Navidad, si no ves a todos, absolutamente a todos tus amigos, familiares y conocidos, éstos sufren una horrible transformación de la que no se recuperan jamás.
Por eso es necesario, casi vital, quedar con todo el mundo durante las fiestas navideñas. No sea que por tu pereza o por tu tendencia innata a juntarte en pequeñas dosis con los de tu propia especie a tu mejor amiga le crezca un tercer pie o tu compañero de trabajo se convierta en elefante africano.
Es por ello que el mes de diciembre no es más que una sucesión sin fin de comidas, cenas y aperitivos con los amigos de la Universidad, los del colegio, los del instituto, los compañeros de tu primer trabajo, los del segundo, los primos por parte de madre, los tíos por parte de padre, los del curso de chino mandarín, las madres del colegio de los niños, etc, etc. Una ingesta masiva de comida que, si bien, evitará las mutaciones anteriormente mencionadas, no impedirá que una de ellas sí que se produzca. Esa que te hará tener que comprar pantalones de una talla más.

- Todo aquel que pisa el centro de Madrid en Navidad recibe un regalo sorpresa.
Esta verdad universal es la que explica por qué el centro de Madrid se colapsa durante las fiestas navideñas. La gente acude en masa a la Plaza Mayor y a las calles aledañas a la Puerta del Sol, movida por la emoción de recibir un regalo sorpresa. Puede ser dinero en efectivo, un viaje a Disneyland París o un apartamento en Benidorm. También hay otra teoría y está relacionada con una posible fumigación masiva anual que la Comunidad de Madrid lleva a cabo en todos los hogares a excepción de los situados en el centro de la capital. Para no ahogarse ni respirar estos vapores nocivos, los ciudadanos se lanzan como locos al único sitio donde pueden estar a salvo durante unas horas, repitiendo año tras año el mismo ritual.

- En Navidad, los seres humanos despedimos un olor nauseabundo.
Así que la mayor parte de los canales de televisión con los que contamos emiten una y otra vez mensajes publicitarios sobre colonias y perfumes para hombres, mujeres y niños. Un antídoto infalible para acabar con ese repugnante olor que todos emanamos nada más poner un pie en el mes de diciembre.

- El espíritu navideño consiste, entre otras cosas, en compartir tu mesa con tus congéneres. 
¿Acaso hay algo más bonito y entrañable que compartir tus viandas con los demás? Por este motivo, muchos ciudadanos deciden adornar las fachadas de sus hogares con múltiples luces parpadeantes, a ver si tienen suerte y un avión se desvía de su ruta y les aterriza en el balcón. Sólo de esta manera, pueden llenar su salón de jóvenes británicos que viajaban a Ibiza a la despedida de soltero de uno de ellos o de ancianitos suecos que regresaban a Estocolmo desde Málaga, convirtiendo su mesa en un ameno crisol de culturas 

miércoles, 30 de octubre de 2013

Otras cinco ideas para seguir eclipsando a la novia el día de su boda

Por aclamación popular he decidido continuar mi exitosa andadura como bloguera de moda y seguir recomendando toda suerte de estilismos discretos y sencillos con los que acaparar las miradas en la boda de turno. Si bien es cierto que los meses que se avecinan son poco proclives a los enlaces matrimoniales, estos diseños permiten el acompañamiento de un abrigo, capa o chal de paño gordo sin perder ni un ápice de su elegancia y originalidad. Es más, el factor sorpresa os hará completamente irresistibles. Poneos en situación. Vuestra amiga del colegio, sí esa que prefería ser alcanzada por un rayo antes que gastarse el dinero, ha tenido a bien invitarte a su boda el próximo 20 de diciembre. Ella insiste en que quiere dotar al evento de la magia de la Navidad, pero sólo tú sabes la razón verdadera de elegir semejante fecha: está deseando que algún incauto muera de congelación para demandar al restaurante y ahorrarse los cubiertos.  
Afortunadamente, tú eres una mujer sabia y has decidido convertirte en la versión femenina de Nanuk, el esquimal. Durante la ceremonia, optas por no quitarte ni uno solo de tus complementos invernales, en una estudiada dosificación de la intriga. Y cuando llega el momento de entrar al salón, te despojas de las prendas con parsimonia y ¡¡¡tachán!!!, muestras al mundo tu magnífico diseño, convirtiéndote en cuestión de segundos en la auténtica protagonista de la fiesta.
Veamos, pues, las nuevas y esperadas propuestas.


Estilismo número 1:



Utilísimo vestido con el que conseguirás ganarte la amistad eterna de la novia. Tanto si la boda tiene lugar en plena ola de calor veraniega como en un lluvioso día de otoño, tu indumentaria servirá de cobijo a la futura esposa, a la madrina o a la abuela del novio, que tendrán a su disposición un improvisado paraguas-sombrilla tamaño XXL. Además, gracias a la amplitud de la falda, podrás solucionar la cena del lunes ocultando bajo sus pliegues los langostinos sobrantes, o procurar un escondite apañado a tu prima segunda en su intento de escapar de las garras del tipo con la corbata en la cabeza.


Estilismo número 2:



Con este modelo atraerás a gran parte de los insectos circundantes, liberando al resto de invitados de sufrir molestas picaduras. Muy útil en caso de que hayas olvidado en casa el chaleco reflectante y sufras una avería en el coche. Además, si acompañas tu flamante vestido amarillo con una cresta roja y un tupper bien repleto de productos derivados del pollo, podrás ganarte un sobresueldo a esas horas de la noche en las que el solomillo al oporto ya se encuentra alojado en el dedo pulgar de tu pie derecho y eres capaz de desinfectar heridas con tu propia sangre.


Estilismo número 3:



Di adiós a las interminables sesiones de peluquería y maquillaje, recita “El Quijote” en chino mandarín, luce sin rubor esos pendiente de hojalata con forma de Torre Eiffel que alguien de dudoso gusto te trajo de su última escapada a París... Nadie, absolutamente nadie, te mirará a la cara ni prestará atención a tus palabras. Aprovecha para soltar en medio de un corrillo que fuiste tú la que mató a Kennedy, insinúa que el novio ha tenido una aventura con su mejor amiga, proclama a los cuatro vientos el final de “Breaking Bad”… Da igual, gracias a este sugerente vestido todo lo que se encuentre por encima de los hombros se volverá invisible a ojos de los demás.


Estilismo número 4: 


Modelo económico y reutilizable, muy apropiado en tiempos de crisis. Sirve para bodas, comuniones, bautizos, Halloween y para sacar al perro los domingos. El peinado es realmente muy cómodo, ya que mantendrás el mismo aspecto tanto al inicio de la ceremonia como en plena barra libre. No necesitarás retocarlo, con el consiguiente ahorro de tiempo y, sobre todo, de laca. Además, si algún niño se pone pesado no tienes más que ponerte un sombrero puntiagudo, pintarte un diente de negro y reirte de forma maléfica. Lograrás quitártelo de encima y obsequiarle con un bonito trauma para toda la vida.


Estilismo número 5:


Si tienes que acudir a una boda de postín, de esas en las que el protocolo exige llevar tocado, estás ante tu estilismo perfecto. Basta ya de flores y plumas. Realza tu figura y tu peinado con este magnífico sombrero-cigarrillo con el que, no sólo cumplirás de forma correcta con la etiqueta, sino que, además, reivindicarás la ley antitabaco, en peligro de extinción gracias a Eurovegas. Todos quedarán fascinados por tu buen gusto y, sobre todo, por tu compromiso con la calidad medioambiental y los pulmones ajenos.


Y esto es todo. No descarto continuar con mis pesquisas en aras del buen vestir. Si después de todo el esfuerzo no hago de mis lectoras unas “it girl”, es que el mundo no es justo, desde luego. 




martes, 1 de octubre de 2013

Por amor al arte


Aún recuerdo su mirada de emoción, su paso decidido. Cómo se aproximó al sarcófago medieval y sopló con fuerza, convencido de que encontraría bajo la capa de polvo inexistente algún tipo de inscripción inédita que le otorgaría fama y reconocimiento mundial. Lo que él no sabía (o el pobre infeliz trataba de ignorar) es que se hallaba en la muestra de las “Edades del Hombre” de Ávila, aquella tumba no tenía ningún secreto para los investigadores y él no era un Indiana Jones posmoderno, por mucho que su familia le observara con admiración y los pocos privilegiados que asistimos a la escena lo hiciéramos con una mezcla de estupor y pena.
Este señor no es más que un ejemplo del tipo de seres que te puedes encontrar cuando frecuentas una exposición, un lugar que a mucha gente le resulta absolutamente adictivo, no sólo por lo estimulante que es estar rodeado de obras de arte, sino, sobre todo, por la cantidad de anécdotas sustanciosas que recopilas gracias a las ganas de aparentar del resto de tus congéneres.
Veamos pues cuáles son los consumidores de exposiciones más comunes de los últimos tiempos, o por lo menos, aquellos que he padecido en mis propias carnes:

- Visitantes que piensan que la mayoría de la gente que se encuentra a su alrededor es deficiente visual.

Este visitante se planta ante la obra en cuestión, principalmente pictórica, y se limita a enumerar a su acompañante (utilizando un tono de voz convenientemente elevado) todos y cada uno de los objetos, animales, plantas o personas que allí se representan. Sus frases fetiche son: “Oooohhh, miraaaaa, un niño”; “Ay, qué bonito, dos perros negros” o “Anda, cuatro árboles y una casa de campo”. El cerebro de estos individuos suele colapsar ante un ejemplo de arte cubista, aunque, una vez superada la primera impresión, se sobreponen y continúan con su ardua tarea descriptiva: “Vaya, dos estrellas y una mancha” o “Aaaahhh, es un señor con una guitarra. Mira, no ves la guitarra. Pues está muy claro. Tres rayas, un círculo y un palo”.
Es difícil esquivarlos, pero, si tienes algo de práctica, puedes lograrlo. Un truco infalible es dirigirte a la otra punta de la sala con la esperanza de que se les seque la lengua o un golpe de suerte les deje momentáneamente sin visión. No obstante, la mayoría de ellos son ágiles y de ideas fijas, así que no te sorprendas si estás tranquilamente observando un cuadro y oyes a tus espaldas: “Oooohhh, un paisaje nevado”, “Mira, qué pena, Cristo crucificado” o “Dos huevos fritos en una sartén. Qué hambre, ¿verdad?”. Piensa que todo pasa y que lo bueno de tan agudas percepciones es que son breves y concisas. Eso sí, no me gustaría estar cerca de semejantes intelectos analizando, por ejemplo, “El jardín de las delicias".

- Visitantes barrera.

Estos visitantes se hacen fuertes delante de un cuadro y no hay forma humana de que se desplacen. Bien porque se están contando el último e interesante drama familiar de su mejor amiga y no se dan cuenta de que detrás de ellos y a ambos lados hay varias personas que tratan, por medio de difíciles escorzos, de poder ver la obra desde el ángulo adecuado, o bien, porque tienen cerca de su oreja ese arma del demonio llamado “audioguía”, que les hace permanecer como si les hubiera dado un aire durante un rato preocupante.
¿Cómo intentar que se aparten? Es fácil. Ponte delante de ellos. El primer tipo de visitantes barrera, aquellos que han decidido contarse su vida sin miramientos, se alejarán sin prestarte atención, ya que, probablemente, sus respectivos relatos son mucho más entretenidos que el cuadro que estaban medio observando. El segundo grupo de personas, esos tótems con el oído ocupado y el resto de los sentidos inertes, también deberían reaccionar a tu afrenta. A buen seguro que pulsarán el siguiente botón e irán derechos hacia su próxima víctima. Ahora bien, si después de situarte en medio, ves que sus extremidades superiores e inferiores continúan en idéntica posición y su rostro mantiene el mismo rictus, llama corriendo al 112. Se han muerto con el audioguía en la mano.

- Visitantes engolados.

Hay que reconocer que acudir a una exposición y después contarlo dota a tu estatus de mucha prestancia. Y que hacerte el culto y el leído delante de tu pareja, tu mejor amigo o tu madre te da muchos puntos de cara a convertirte en el “personaje mejor valorado” de tu casa en Navidad o de tu grupo de amigos en una reunión.
La mejor forma de lograr que tu acompañante se quede fascinado con tu sapiencia y luego la propague a los cuatro vientos es, sin duda, engolar la voz y entornar los ojos. A primera vista, dicha expresión puede confundirse con el estreñimiento, pero tranquilo, con esta sencilla técnica, podrás hablar de cualquier cosa, aparentando que tu cerebro es un pozo infinito de sabiduría. Y ni siquiera tendrás necesidad de conocer aquello de lo que hablas. Te lo podrás inventar sin problemas, porque tus gestos, tu rostro y tu voz serán tan creíbles y tan atrayentes, que nadie podrá discutirte que eres el sujeto más inteligente que pisa la sala.
Huir de tan “eruditas” explicaciones sí que es tarea complicada. Pero, a veces, quedarse junto a ellos merece la pena. Por el subidón de autoestima.

- Visitantes “Festival del humor”.

En toda exposición que se precie existe un personaje que vive en un universo paralelo y se cree ingenioso y divertido. No contento con expresar su jovialidad sólo entre sus allegados, decide gritar sus gracietas a pleno pulmón, a ver si es posible que le escuchen también los que descansan en los jardines del museo. Sus acólitos ríen hasta las lágrimas, mientras el resto de los visitantes:

A/ Ansían que se abra el suelo y se trague al de los chascarrillos.
B/ Echan de menos no haberse traído los tapones para los oídos.
C/ Se arrepienten de no haber comprado un audioguía de los que paralizan los sentidos.
D/ Se repiten una y otra vez por qué a ellos, si son buenas personas y no se meten con nadie.