martes, 28 de mayo de 2013

La terrorífica historia del Familiar Interrogante (Parte 2)

A tus 32 años, eres la protagonista absoluta del principal evento familiar del año. Tu boda. Después de tres años viviendo juntos, dos yendo de vacaciones a la piscina de tu pueblo, una tarjeta de crédito de las de pago aplazado que se estira como un chicle, varias negativas del banco a concederos un crédito y algo de ayuda económica familiar, habéis decidido dar el gran paso. Nunca un sueldo de teleoperadora dio para tanto… Porque, sí, trabajar de “lo tuyo” ya no es más que un vago recuerdo en tu subconsciente. Ahora “lo tuyo” es intentar no morirte de hambre ni de frío y pagar la hipoteca. Pese a todo, estás estupenda. Tu vestido es perfecto; tu peinado, ideal; los zapatos, bueno, los zapatos te están ulcerando los pies, pero estilizan tanto tu figura que aguantas el intenso dolor como una campeona.
Aunque no tenías ninguna intención, has invitado al FI para no discutir con tu madre. Desde tu privilegiada posición, le ves pelar gambas con una destreza envidiable. Se come las suyas sin pestañear y ataca, con la inquina que le caracteriza, las del resto de los comensales.
Sin apenas darte cuenta, llega uno de los momentos más esperados del banquete. La tarta. Con sumo cuidado, coges un trocito del pastel con la espada y se la ofreces a tu esposo, iniciando así un ritual tan antiguo como prescindible, que, estás segura, fue creado por un hombre o una mujer que ansiaban quedarse viudos el mismo día de casarse. Tu marido repite el mismo gesto y tú sonríes emocionada mientras temes perder la tráquea. La gente, morbosa, hace fotos sin parar. Vuelves a tomar de nuevo la espada (por favor, ¿esto no va a acabar nunca?) y en esos momentos ves que se acerca el FI. Te alejas de tu pareja, para no implicarle en la lucha sin cuartel que la criatura diabólica y tú mantenéis desde hace ya bastante tiempo. Ahí estás, con un arma blanca en la mano delante de tu archienemigo. San Jorge contra el dragón. Fantaseas, claro que fantaseas. Pero, antes de iniciar la batalla, decides comerte el postre. Que la tarta nupcial es de chocolate y tú llevas dos meses a dieta para poder entrar en el vestido. Así que, vuelves a tu sitio (con la espada a buen recaudo) y te metes sin respirar una cucharada de tarta del tamaño de la catedral de Burgos. El bocado es tan orgásmico que no percibes que el FI ya está a tu lado y te está soltando: “Bueno, ¿qué? ¿y el niño para cuándo?”. La madurez, el chocolate y que no quieres convertir tu enlace en una nueva entrega de “Kill Bill” hacen, no sólo que te tragues la tarta, sino, que además, vuelvas a servirte una porción de mayor tamaño que la anterior. FI - 4; Pobre Víctima Indefensa, desarmada y hambrienta - 0.

Con 34 años acabas de dar a luz a tu primer hijo. Prácticamente tienes frescos los puntos de la episiotomía, pero no has querido perderte ese señalado acto familiar. No eres muy consciente de cuándo tomaste esa decisión, porque tu cerebro lleva quince días procesando sólo frases y actos sencillos. Estás realmente asombrada. Nunca pensaste que el ser humano pudiera sobrevivir durmiendo sólo doce horas a la semana. Fascinante... Mientras todo el mundo hace carantoñas a tu primogénito, tú compruebas que tu vestimenta está en orden. Ya no recuerdas ni qué llevas puesto, pero suspiras aliviada al descubrir que no has mezclado flores con rayas y que los colores combinan. Rescatas a tu retoño de un maremágnum de besos, pellizcos, palabras inconexas y voces como de Gremlin para proceder a alimentarlo. Cuando vuelves al salón te has perdido el cóctel, los entrantes, el primer plato, el sorbete, dos discursos, cuatro chistes de fútbol y la anecdóta sin fin que tu tía cuenta siempre en las bodas. Concluyes que Nietzsche formuló la teoría del eterno retorno tras asistir a un acto familiar. Y sonríes, porque, a pesar de la falta de sueño y de tus maltrechas neuronas, has conseguido acordarte de Nietzsche. Qué culta eres. Lástima que tu profesión siga siendo tratar de convencer por teléfono a la gente de las bondades de una compañía eléctrica. Le cedes el testigo al padre de la criatura y te sientas a comer algo. No tienes hambre, pero no quieres que tu hijo se quede huérfano de madre. Por supuesto, ni te acuerdas del FI. Tu cerebro no lo considera relevante. En el plato hay un trozo de carne de algún tipo de animal que desconoces bañado en una salsa de color rojo. Cortas un trozo sin mucha pasión y te lo metes en la boca. Y por detrás, como un eco lejano, oyes la siguiente pregunta: “Bueno, ¿qué? ¿y el hermanito para cuándo?”. Tú sólo alcanzas a entender “eno…ito…ando” antes de quedarte profundamente dormida sobre el filete. FI - 5; Pobre Víctima Indefensa y madre coraje somnolienta - 0.

La vida continúa su curso de forma implacable. Ya tienes 37 años, un marido estupendo y dos hijos maravillosos. Sí, dos. Niño y niña. La parejita. Eres tan afortunada… Hace mucho tiempo que sabes que en las reuniones familiares lo menos importante es que hayas descubierto la vacuna contra el SIDA. Ahora gozas del mayor estatus dentro de la tribu. Todos te valoran y te miran con envidia. Y tú desempeñas ese nuevo rol con soltura y determinación. Y, con estilo, porque, pese a que ya visualizas los 40 en el horizonte, estás mejor que nunca. O, por lo menos, quieres creerlo.
Tu mirada se cruza con la del FI y pronto te das cuenta de que ha cambiado. Ya no es el ser abominable que buscaba minar tu autoestima, no, ahora percibes en sus ojos la admiración y el reconocimiento. Con la satisfacción del deber cumplido, tu Némesis se aleja, no sin antes obsequiarte con un gesto de complicidad. Al fin y al cabo, no era tan mala gente, piensas. Sólo cumplía una misión. Te levantas con el claro objetivo de dirigirte al FI, cuando una amalgama de colores imposibles llama tu atención. Ves a lo lejos a la hija adolescente de tu primo mayor. Tan joven, tan indefensa, tan daltónica…, porque no concibes que alguien con una visión normal en ambos ojos pueda ponerse encima semejante variedad cromática. Olvidas lo que ibas a hacer y te acercas a la muchacha. Por el camino también aprecias que la pobre ha debido confundirse y ha echado mano sin querer (normal, no ve bien) de un vestido de la colección primavera-verano de la Barbie. Por el tamaño, más que nada. La chica está situada estratégicamente junto a la mesa de los canapés y engulle con escaso glamour un volován de champiñones. Abres la boca y, sin pensarlo, como atraída por una extraña fuerza superior a ti, le espetas: “Bueno, ¿qué?, ¿y el novio para cuándo?”. Te quedas helada. La sangre deja de correr por tus venas. Sientes que te mareas, mientras la hija de tu primo se mete para el cuerpo dos vasitos de gazpacho, tres canapés de caviar y dos croquetas de bacalao. Ni corta ni perezosa te da a entender que no necesita tener novio porque sus necesidades sexuales están ya bastante cubiertas con un par de chicos de su clase, su vecino del tercero y el mejor amigo de su hermano. Tras reírse con desparpajo de tu ocurrencia, se da la vuelta y continúa comiendo con avidez. Aún lívida, eres consciente de que el círculo se ha cerrado. Una risa maligna resuena en tu cabeza. FI Veterano - 5; Nuevo FI (anteriormente denominado Pobre Víctima Indefensa) - 1.

FIN DE LA PARTIDA.

sábado, 18 de mayo de 2013

Resaca eurovisiva

No tengo remedio. He vuelto a perder tres horas de mi vida viendo el Festival de Eurovisión. Supongo que debo acudir a un especialista para que me trate esta adicción tan preocupante. Mientras tanto, aquí os dejo (frescas, frescas) algunas de mis conclusiones: 

- Ni los hongos, ni los resfriados, ni el temor a clavarse una chincheta han persuadido a dos cantantes de actuar descalzas. Suerte dispar para ambas. La primera, la danesa, ha ganado, y la segunda, la española, ha quedado penúltima. En España, la sombra de Remedios Amaya todavía es muy alargada.

- Al cantante italiano le sentaba estupendamente el traje. 

- El gigante que portaba a la representante ucraniana ha sido inquietante. Que pena que no le hayan dejado sacar a los unicornios.

- Bonnie Tyler ha actuado con un filtro que ríete tú los que le ponían a Sara Montiel.

- No tengo palabras para describir al cantante rumano. Las redes sociales se han volcado con su actuación. Que si Tino Casal, que si un castrati.... Yo he visto a Fernandisco disfrazado de villano de cómic.

- Dicho rumano malévolo podría haber combatido perfectamente con el dios Thor, que ha tenido a bien actuar por Islandia. 

- No sé cómo los cantantes no cogen una pulmonía. El 90 por ciento ha estado a punto de salir volando gracias a los tan poco sutiles como inútiles efectos de aire.

- He sufrido por dos artistas: la alemana bajando de un andamio inestable y el muchacho que acompañaba al cantante azerí, sí, el que se contorsionaba dentro de una urna.

- La cantante bielorrusa podía haber salido directamente desnuda. 

- Bien por los acompañantes del irlandés. Varios tipos con los torsos desnudos embadurnados en aceite. Se ve que han estudiado bien el target del Festival de Eurovisión.

- José María Iñigo no se entera ni del NODO. Ahora, gracias a él, nos hemos enterado de que Malmö se pronuncia Malmeee.

- Adoro a los muchachos de la Plaza Sintagma. Loable su explicación de por qué la canción se llama "Alcohol is free". Según Iñigo, los helenos han aducido que el alcohol es muy importante para los pescadores griegos. Y para la mayor parte de los miembros de los sectores profesionales españoles, no te digo...

- Es importante echar un vistazo a los países que han optado por votar a los griegos y su canción "Alcohol is free": Alemania, Rusia... Supongo que saben de qué va el tema.

- La laca y el rimmel se deben vender al por mayor en algunos países de la antigua Unión Soviética, a tenor de los estilismos mostrados por muchas de las presentadoras de las votaciones.

- Por favor, que Portugal vuelva el año que viene.

Procedo a tomarme una pastilla para la migraña. O una copa de vino. O mezclo ambas cosas, ya veré. Me temo que el año que viene volveré a caer en la tentación. No tengo remedio.










viernes, 17 de mayo de 2013

La terrorífica historia del Familiar Interrogante (Parte 1)

Forma parte de tu vida, pero no te das cuenta de su presencia hasta bien alcanzada la adolescencia. Es astuto, inquisitivo, certero, y centra su actividad en ámbitos bien diferenciados: bodas, bautizos, comuniones, funerales, fiestas navideñas…Yo he decidido denominarle el “Familiar Interrogante”, no sólo por la principal acepción del término, a saber, “pariente que interroga”, sino también por que da pie a imaginárselo como una suerte de cíborg o replicante. Huelga decir que su sexo es indefinido, ya que, si bien las FI hembras son legión, existen algunos especímenes de FI varones que superan con creces el buen hacer de sus colegas femeninas. Como habéis observado (sois lectores inteligentes, eso nunca lo he puesto en duda), a partir de ahora voy a optar por referirme al “Familiar Interrogante” como FI, que es más corto y así aprovecho recursos.

Bien, ¿por qué no nos percatamos de la existencia del FI durante nuestra infancia? La respuesta es sencilla. Nuestra misión en los eventos anteriormente mencionados se reduce a correr detrás o delante de los otros miembros menores de la familia, destrozarnos el vestido nuevo tirándonos de cabeza por el tobogán y echar gusanitos en la Fanta. No se espera mucho más de nosotros. Somos felices, ingenuos y accedemos gustosos a acudir a los actos familiares, porque son divertidos, acabamos exhaustos, y, con suerte, habremos podido participar en una memorable guerra de migas de pan.

La cosa cambia a los 15 años. A esa edad eres un compendio de hormonas desajustadas y, por supuesto, si te dan a elegir entre acudir a una boda o cumpleaños familiar y que un señor te clave agujas ardientes en las uñas, escoges lo segundo con los ojos cerrados. Pero, como tú y tus hormonas aún no tenéis ni voz ni voto, asistís todos en buena armonía a lo que consideras (con no poca tendencia a la exageración) el Infierno en la Tierra. Afortunadamente, tus compañeros de carreras de la infancia también han alcanzado la adolescencia, así que te sitúas a su lado buscando cierta complicidad. Lo que tú no sabes es que está a punto de producirse tu primer encuentro con el FI. Ignoras que tiende a atacar cuando menos te lo esperas, oliendo tu debilidad cual animal de rapiña, aprovechándose de tu desconcierto. Mientras tratas de digerir una croqueta que más bien parece hecha de aire porque hasta una suela de zapato tiene más sabor, el FI se acerca sigiloso. Y justo cuando el bolo alimenticio está a punto de pasar a tu esófago te lanza su primera inquietud: “Bueno, ¿qué?, ¿y el novio para cuándo?”. En ese momento, te giras y le ves por primera vez en tu vida. Esa cara, Dios, esa cara no podrás olvidarla jamás. La croqueta insípida se queda atascada en tu garganta, toses desesperadamente, bebes lo primero que tienes a mano, los ojos se te ponen como dos huevos duros… Te quedas sin reacción, a merced de ese ser desconocido hasta entonces. FI - 1; Pobre Víctima Indefensa - 0.

A los 22 años, asistes a las reuniones familiares con la esperanza de que los demás te pregunten por tus estudios y, para qué nos vamos a engañar, por ese atrevido corte de pelo que te has hecho. Total, ellos no saben que llevas dos días enteros llorando por tu melena y preguntándote qué parte de la frase en castellano “Sólo quiero que me cortes un poco las puntas” no ha entendido la hija de p… de la peluquera de tu barrio. No obstante, eres joven, guapa, estudias tu carrera soñada y piensas, ingenua de ti, que cuando te licencies trabajarás “de lo tuyo”. Porque tú vales mucho, lo sabes, y vas a triunfar en la vida. De todas formas, tu seguridad no es completa. Aún sientes en tus huesos aquella gélida sensación… Miras a todos lados, nerviosa. Parece que el FI no ha venido. Te resulta extraño, pero quieres creer en esa posibilidad. Un camarero te pone delante una bandeja de canapés. Tu elección no es demasiado arriesgada: salmón con queso. Le sonríes. Abres la boca, introduces el alimento y, de repente, oyes a tu espalda: “Bueno, ¿qué?, ¿aún no tienes novio?”. No, otra vez, no. No, por favor. Suerte que no has tragado aún el canapé y sale despedido limpiamente de tu boca. Ahí está de nuevo. El FI, intrigante, sibilino…, provocándote esa necesidad imperiosa de salir corriendo. Su cara ofrece otros matices bien distintos. Ya no es la insana curiosidad del principio, no. Ahora crees percibir en su rostro la extrañeza. Y tienes razón. Mientras tú intentas sobreponerte a la situación, el cerebro del FI ya está procesando su teoría. Tienes 22 años y no has asistido a una reunión familiar con novio. Es un dato preocupante. Quizás denote cierta propensión a la ligereza de cascos, a la moral distraída… El FI tiene su hipótesis bien perfiladita. Una cosa está clara, has vuelto a perder la batalla. FI - 2; Pobre Víctima Indefensa con el pelo demasiado corto - 0.

Te plantas sin saber muy bien cómo en los 26 años. No te va mal del todo. Trabajas a ratos y has decidido montar un pequeño negocio con varios amigos de la Universidad. Estás a gusto contigo misma, procuras viajar cuando el tiempo y el dinero te lo permiten, y, muy importante, has cambiado de peluquera. Pero la principal novedad de tu vida es otra. Sí, ha llegado. Por fin. La emoción te embarga. ¡¡¡Llevas a tu novio por primera vez a un evento familiar!!! Te sientes feliz, plena, observas con orgullo como tu media naranja se integra perfectamente en tu familia. La sonrisa no se borra de tu cara. Nada puede empañar este momento tan mágico. Es más, buscas al FI con la mirada. Esta vez, sí que tienes ganas de encontrártelo. No lo ves y te desesperas. Ya es mala suerte… Pero, como eres una chica lista (y con novio) se te ocurre enseguida cómo debes atraerle. Te diriges hacia una mesa y seleccionas con cuidado tu próximo bocado. Hay unos canutillos de hojaldre con una especie de masa verde dentro no demasiado atrayentes, pero que, sin duda, no sólo provocarán el encuentro con el FI, sino que también te darán cierto aire de entendida culinaria (y con novio). Te recreas en el manjar (está asqueroso, pero haces de tripas corazón), deseosa, expectante. El FI se acerca. Estáis frente a frente. Tú sonríes, altiva, mientras masticas esa cosa horrible que has tenido a bien meterte en la boca. Y justo cuando vas a articular palabra, el FI se te adelanta y te pregunta con sarcasmo y cierto tonillo de interés fingido: “Bueno, ¿qué?, ¿y la boda para cuándo?”. No puedes escupir nada porque, muy a tu pesar, te has tragado el hojaldre entero, con su masa verde y todo, sin miramientos. Así que, sólo te queda llorar. Tu mundo se derrumba, otra vez. Vuelves a no estar a la altura y concluyes que el FI es un ente insaciable. FI - 3; Pobre Víctima Indefensa (pero con novio) - 0.


(CONTINUARÁ….)

lunes, 13 de mayo de 2013

A veces me aburro

Sí, a veces me aburro. Sólo a veces. Y cuando me aburro me da por muchas cosas, la mayoría de ellas repletas de calorías. Así que he decidido canalizar ese aburrimiento dedicándome a algo que hace muchísimo tiempo que quiero hacer. Mi yo periodista/escritora frustrada/crítica de cine ingeniosa venida a menos/cotilla vocacional discreta se ha embarcado por fin en… tachán… ¡¡¡la increíble aventura de escribir un blog!!!. “Bueno, pues bien empezamos…”, “Madre, otro blog coñazo que tengo que leerme…”, “Eso me pasa a mí por tener amigos de letras…”, “¿Por qué la gente cuando se aburre no se dedicará a hacer ganchillo?”, sí, ya me estoy imaginando vuestros comentarios. Pero, qué queréis que haga… A veces me aburro…Y quiero mantener la figura.

En fin, y ¿de qué hablará esta mujer en su primer post?, os preguntaréis (es probable que no os preguntéis nada, pero yo soy feliz pensándolo y, oye, eso no hace daño a nadie). Pues sí, voy a tratar un tema poco manido, nada hortera y sofisticado al máximo…. (“Que sí, venga, cansina”, “Abusa demasiado del factor sorpresa, no va a leerla ni el Tato”, “Total, si será una estupidez, para que le pone tanta emoción”, “Como vuelva a usar lo de tachán, le retiro la palabra”), ¡¡¡el Festival de Eurovisión!!!. ¿A qué es novedoso? Y, sobre todo, ¿a qué es trascendente?. En serio, perdonadme, pero es que he estado visualizando videos del festival en cuestión y había más de uno que merecía ser analizado con detenimiento (¿os he comentado ya que me aburro?).

No sufráis, seré breve. Frases cortas, concisas, prácticas, sin muchos circunloquios. Para leerlas mientras hacéis la cena, bañáis a los críos, acabáis el trabajo atrasado, estudiáis, o, incluso, mientras disfrutáis del enésimo capítulo de “Cuéntame”.
Bueno, entonces ¿me seguís?. Aquí os espero.

Eurovisión bien vale un análisis (no, no lo vale, pero criticar es gratis)

Y, sin más dilación, empecemos. Podía haber iniciado el post hablando del Festival de Eurovision, de su historia, de sus comienzos, de por qué lo sigo si me parece absurdo… pero eso no es interesante y dije que iba a ser concisa y breve. Lo prometido es deuda, vamos al critiqueo, que es mucho más divertido y, ya sabéis, (lo repito con demasiada frecuencia, ¿no?), tengo que mantener a raya mi aburrimiento…

Paises a analizar:

ALBANIA


La canción me da igual, un tanto anodina. Me entusiasma el comienzo del video. Espero que el edificio en ruinas no sea el ejemplo de que la burbuja inmobiliaria también ha llegado a Tirana. El señor del principio, el de la guitarra, me ha inquietado un poco. Parece un asesino americano de los años 80, de esos que salen en “Crímenes imperfectos”. Esas gafas, ese pelo… El momento del cantante principal, sí el de la camisa como de terciopelo, cantando encima de una grúa, es lo mejor del video, sin duda. No me negaréis que no es un ejercicio de equilibrio bastante loable.

BIELORRUSIA


Prototipo de muchacha de buen ver con canción pegadiza y coreografía de bar de Chueca a altas horas de la noche. Todos los años llevan alguna a Eurovision. No se han  herniado demasiado con el escenario de la primera parte del video. Una silla y una barra de bar (vaya, no voy a criticarlo mucho, porque fuera de contexto parece perpetrado por “Armando no me llama”). Quiero destacar cómo Bielorrusia aboga por un recurso apenas utilizado ni en Eurovision ni en los programas de variedades de José Luis Moreno. A saber, mujer guapa, misteriosa, con una gabardina, largas piernas y tacones de aguja. Varios hombres que le quitan dicha prenda con sutileza, dejando a la vista en este caso un LBD o Little Black Dress (una, que también entiende de moda), con una extraña y casual abertura a la altura del pecho. No hace falta decir que en los programas de Moreno, la chica no vestiría un LBD, iría directamente desnuda.

BÉLGICA


El muchacho es poco agraciado para esos primeros planos, para que nos vamos a engañar. La chica que sale por detrás de repente me ha dado un poco de sustito. No me la esperaba. Desvía un poco la atención de las cejas del cantante, pero, repito, da susto. Y para rematar la jugada, luego vuelven a asomarse dos, moviendo mucho los hombros. Todo es inquietante. Luego interactúan con él y parece que le están realizando algún tipo de maniobra de reanimación. Llevan las uñas muy bien pintadas, eso sí. Mucha suerte para el chico belga. Yo, desde luego, no he terminado de ver el video. Aún tengo los pelos como escarpias.

DINAMARCA


Por lo visto es la favorita para ganar el Festival. La canción, pegadiza, con toque celta, bah, no está mal del todo. El vídeo que aparece en la página oficial es de una actuación, así que tampoco hay mucho que comentar. Ahora, no entiendo por qué cuando un país lleva una actuación con dichos toques celtas, la cantante (véase más tarde el vídeo de “El Sueño de Morfeo”, que cierra el post) tiene que ir descalza. Cuando, de todos es conocido (sabiduría materna convenientemente inculcada) que andar con los pies desnudos hace que te resfríes. Espero, por el bien de la cantante, que se deje en casa ese inexplicable look de doncella harapienta cuando ensaye, que si no el día 18 va a parecer que la canción la interpreta la hermanita danesa de Darth Vader.

FINLANDIA


La cantante es una copia de Avril Lavigne, pero Avril Lavigne, a su vez, es una copia de Madonna, así que no hay problema. Madonna, qué grande es. Permitidme el inciso, pero da igual qué programa de “Españoles por el mundo” o “Callejeros Viajeros” estés viendo. Toda habitación de lujo, toda tienda fashion y todo restaurante de diseño del mundo ha tenido a Madonna como clienta. Es increíble. ¿Cómo no va a ser un referente? Si es la musa del hedonismo… En fin, volvamos a lo nuestro. El vídeo y la canción de los fineses me han parecido muy divertidos, no se toman demasiado en serio, y eso me gusta. No sé qué dirán las quinielas al respecto, pero yo ya tengo una favorita. Finland, twelve points!!.

FRANCIA-UCRANIA



Ambos vídeos deben visionarse juntos. Son el claro ejemplo de la ancestral dicotomía entre el bien y el mal. La representante francesa viste de negro, lleva un collar de calaveras y canta con voz desgarrada. Obvio, es perversa, mala hasta decir basta. Afirmación que se ve ampliamente corroborada por los objetos que la rodean. A saber, otra calavera, una lechuza, un muñeco de vudú, un cuenco donde mezclar brebajes, bichos en formol y un tipo atado a una silla. La representante ucraniana tiene una voz dulce, los dientes perfectos, realiza gráciles movimientos cual Blancanieves y vive en un bosque de cuento rodeada por las primas de Campanilla y por dos unicornios oxigenados. Obvio, es buena, buenísima, la viva imagen del candor. Propongo enfrentarlas a las dos en el escenario. A ellas y a sus aditamentos. Ya me lo estoy imaginando. Impagable…

GRECIA


Me encantan estos chicos. Se han convertido en mis segundos favoritos. Este año Grecia ha decidido dejar a un lado a las pseudo Britney Spears y a los maromos musculados y apostar por unos muchachos barbudos vestidos con faldas escocesas y un logrado look “tan pronto me manifiesto en la Plaza Sintagma contra los desmanes del Gobierno heleno como me presento a Eurovisión con un tema con tintes folklóricos y estribillo pegadizo”. Y ha acertado, oye. Aunque, sinceramente, no entiendo muy bien la historia del hombre del bigote…

MONTENEGRO


No doy crédito. Premio al vídeo más surrealista y absurdo. Lo mismo es una genialidad, pero aún sigo consternada. Una mujer de grandes pechos se sienta en una silla, mientras dos hombres vestidos como si fueran a jugar al paintball manipulan unos maletines. Ella baila desaforada y de repente nos encontramos con un ninja (¿?). Los dos tipos, que también se asemejan un poco al Capitán Pescanova, comienzan a cantar ante una concurrencia vestida como en el carnaval de Venecia. La muchacha que baila sigue bailando, claro, pero ahora tiene una competidora. Otra chica menos sugerente que masca chicle. La gente está como loca y no sabemos muy bien por qué. Por si éramos pocos, aparece un conjunto de majorettes. Y, después, dos mujeres peleándose. Sigo estupefacta. No sé cómo va a acabar esto. Ahora, unos trabajadores, que también bailan. Primeros planos de tetas y culos. Muy sutil. Las dos que bailaban se van tan amigas y los Capitanes Pescanova cierran los maletines. Fin.

RUSIA


Sobredosis de azúcar. Canto al buenrollismo. Ese público que llora, que se da la mano independientemente de su procedencia, todos los habitantes de la Tierra representados en un teatro, levantándose, agitando los brazos, entregados a la música, emocionados, extasiados… He echado en falta que sacaran el mechero. Y me ha entusiasmado volverme a encontrar por enésima vez en una canción la rima consonante “together-forever”.

Y para terminar…

ESPAÑA


Yo no tengo nada en contra de El Sueño de Morfeo. Ni siquiera voy a entrar en si ha sido acertada o no la decisión de que participen en Eurovisión. Yo quiero centrarme en el vídeo.

Primer plano del mar. Un caballo corre por la arena. Acantilados. La cantante, Raquel del Rosario, lleva (oh, sorpresa mayúscula) un vestido vaporoso y va descalza. Está al borde del acantilado (no te tires, mujer, si algún voto recibiréis, aunque este año no cante Andorra). Espero que hayan contratado a una doble. Me dicen a mí que me tengo que poner tan cerca del precipicio para grabar un vídeo que probablemente pase sin pena ni gloria a los anales de la historia de la música y les contesto que lo haga Rita. Rita o la que se tercie, pero yo no. Qué vertigo.
Los chicos de ESDM cantan rodeados de velas en una iglesia. Sufro por ella. No sólo quieren que se despeñe, sino que también se arriesga a quemarse un pie. No creo que todo esto merezca la pena Raquel, de verdad.

Ella coincide en el plano con el caballo. Se parece un poco al encuentro mujer ucraniana-unicornio oxigenado (véase vídeo de Ucrania). Vaya, qué original, otro bosque. Los dos parece que congenian, así que se van por ahí a correr un poquito. Qué bonito, qué idílico. En cualquier momento, aparece la señora de Fa corriendo con el desodorante en la mano. Lástima de paisajes asturianos, qué mal aprovechados están…

Y aquí concluyo este ejercicio desinteresado de análisis. Si queréis ver el resto de los vídeos, están en la página oficial del Festival, www.eurovision.tv.
Estoy tan fascinada que cuento los días para que llegue el día 18. ¿Vosotros, no?.