miércoles, 7 de mayo de 2014

Baladas y exaltación del deporte, en la primera semifinal de Eurovisión

Vaaale. Prometí que no iba a volver a hablar de Eurovisión, pero mi mayor nivel de ocupación reciente y, por consiguiente, menor grado de aburrimiento, me impiden actualizar con más frecuencia las entradas. Y, claro, los meses pasan y cuando menos te lo esperas ya tienes encima lo inevitable, la semana de Eurovisión. El magno evento que inspiró este blog una tarde de desidia y desajustes hormonales. Permitidme que le tenga cariño. Que le dé cierta publicidad. Recibid, pues, como se merece, este interesante y nuevo post.

Ayer tuvo lugar la primera semifinal de Eurovisión. El certamen ofreció un escenario espectacular con forma de cubo, un espectáculo de luces como para derretir retinas, demasiadas baladas y una presentadora vestida de novia con una coliflor ornando uno de sus hombros. 

Dos de los presentadores del Festival de Eurovisión

Y en cuanto a las actuaciones de los países participantes, aquí tenéis un somero resumen:

- ARMENIA: Un señor inquietante con cara de cansado cantó bastante bien un tema que por lo visto es uno de los favoritos para ganar el certamen. Y, como no podía ser de otra forma, pasó a la final del sábado. 


- LETONIA: Unos muchachos muy coloristas y con cierto buen rollo fingido interpretaron una canción que desde los primeros acordes ya se veía que iba a quedar fuera de la final. El tema versaba sobre cómo cocinar un pastel. Una suerte de metáfora que nadie entendió y que les mandó a casa a las primeras de cambio.  


- ESTONIA: Una de las pocas canciones movidas de la noche. Y tanto. La mujer y su enérgico compañero no dejaron de realizar acrobacias durante toda la actuación. Con sólo mirarlos, ya te dolía el cuerpo. Ahora, ella no desafinó en ningún momento. Admirable. Lástima que tanto esfuerzo no les hiciera clasificarse para la final.   


- SUECIA: Muy novedosa la cantante sueca. Alta, rubia, guapa y con una balada correcta y bonita. Poco original, pero es otra de las favoritas para hacerse con el trofeo el sábado.


- ISLANDIA: Nadie daba un duro por estos imitadores de “Parchís” entrados en años que cantaron un tema contra la discriminación. Y, sin embargo, se colaron en la final del sábado. Entretenidos, diferentes y coloristas. Se agradeció su loable intento de animar al personal.


- ALBANIA: Le puso ganas la muchacha desde su pedestal, pero los espectadores, el jurado o quien quiera que decide quién pasa a la final optaron por mandarla a ella y a sus acompañantes de vuelta a Tirana. 


- RUSIA: Dos gemelas rusas y una performance difícil de olvidar encima de un balancín. Dos palos de cristal a modo de bastón, dos trenzas que se separan con un grácil movimiento, un señor que crea un sol con dos trozos de papel. Actuación cien por cien eurovisiva. Y las dos hermanas, directas a la final.


- AZERBAIYÁN: Otra balada bien cantada, bonita y con trapecista incorporada. Luchará el sábado por hacerse con el triunfo. 


- UCRANIA: Una muchacha ucraniana y un señor con complejo de hámster. El número fue realmente impactante. Si los de Estonia cansaban, a este pobre daban ganas de darle una bebida isotónica. Y un poco de lechuga. Por supuesto, pasaron a la final. 


- BÉLGICA: Un chico con cierto sobrepeso nos ofreció un tema soporífero dedicado a su madre. Cantaba bien, pero no convenció. Su eliminación fue una de las sorpresas de la noche. 


- MOLDAVIA: Recién escapada del casting de “Juego de tronos”, la cantante moldava interpretó su tema acompañada de cuatro tipos que se contorsionaban sin sentido y un micrófono con forma de cuerno. En un momento de la actuación se desprendió de su trenza con un gesto como de rabia. La misma que debieron sentir cuando Europa decidió que no pasaban a la final del sábado.

Moldavia. Primera semifinal Eurovisión 2014

- SAN MARINO: Premio a la constancia para la cantante de San Marino. Acudía por tercera vez al festival de Eurovisión con la intención de pasar por fin a la final. Y lo logró con una canción de aire rancio, mucho movimiento de brazo y ventilador a discreción. 


- PORTUGAL: Canción hortera, de esas que acabas bailando un sábado por la noche, en las fiestas de tu barrio o en la boda de tu primo, con o sin dos copas de más. Con tantas baladas y giros vocales, la muchacha quedó un pelín desfasada. No hubo suerte para los vecinos lusos.


- HOLANDA: Un tema country para el dúo holandés. Sencillos, sin estridencias, aunque él podía haberse ahorrado el sombrero. Pasaron a la final.


- MONTENEGRO: Nueva exaltación del deporte. Qué estrés. A estas alturas, en vez del Festival de Eurovisión parece que estábamos viendo los Juegos Olímpicos. El montenegrino cantó acompañado de una patinadora y pasó a la final contra todo pronóstico.


- HUNGRÍA: El muchacho cantó un tema movidito contra el maltrato infantil. El desconcierto es similar al que sufrías cuando te ponían en el bar de turno “Fíjate bien donde pisas”, de Juanes”, o “Abre tu mente”, de Merche. El húngaro comprometido, no obstante, se clasificó para la final del sábado. 


Hala, ya estáis bien informados. El jueves, la segunda semifinal. Eso sí, ésta no la retransmite La 2, porque España sólo votaba en la primera. Sé que es una noticia terrible, pero lograremos reponernos. 











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